Todo lo que sabemos sobre el nuevo thriller de la Vecina Rubia: Un cambio que promete sorprender

Lucía, una madre soltera en la treintena, está al frente de la sección más popular de una publicación de cultura pop de Madrid. Es un caluroso verano del 2002 cuando, en la frenética rutina de la redacción, Lucía recibe una carta de un irador, anónima y sin franqueo, que le cambia la vida por completo.

En ella, un texto manuscrito la involucra en un posible asesinato si no toma partido. Tras esta primera carta, la Policía Judicial abrirá una investigación para identificar a la persona detrás de todo esto. Continuarán llegando otras cartas con la misma dinámica: una nueva víctima y mensajes cada vez más violentos, hasta el punto de amenazar directamente a la redactora.

Incapaz de entender por qué la ha escogido como interlocutora y cómo sabe tanto sobre ella, Lucía se adentrará en el juego de un perturbado planificador y cruel que conseguirá remover el pasado y llevar al límite a todos los personajes de esta historia.

Una protagonista involucrada sin quererlo en una serie de intentos de asesinato, un homicida anónimo con un plan maquiavélico y una inusual pareja de inspectores protagonizan este trepidante thriller que ahonda en el miedo a descubrir nuestro mundo interior, con sus vicisitudes y secretos.

Personajes de Mi querida Lucía

 Lucía Romasanta es la protagonista del último libro de la Vecina Rubia. Es una astróloga de éxito que trabaja como redactora de la sección del horóscopo más leído del país, un logro que atesora pese a la vida que exige la profesión. Treintañera y madre soltera de Violeta, una niña de siete años, Lucía vive llena de miedos relacionados con el pasado y el temor a perder todo lo que ha construido. A pesar de llevar una vida solitaria, la aparición de Jota – y la conexión que establecerán a pesar de sus diferencias zodiacales – harán a nuestra protagonista enfrentarse a ciertas heridas sin sanar.

El triángulo de personajes lo completarán Gustavo y Elsa, una pareja de inspector y subinspectora responsables del caso de Lucía, que no solo cargan con el sobrecoste del oficio, sino con una vida personal bastante turbulenta. Mientras Gustavo conectará con sus miedos más intrínsecos, relacionados con la muerte de su hija, Elsa se enfrentará a los prejuicios todavía latentes de su homosexualidad.  

¿Qué temas toca el libro?

Mi querida Lucía es una mezcla de thriller y novela negra con tintes de cozy crime donde los códigos del género se ponen al servicio del retrato de gente corriente sometida a presiones extremas y con una crítica social de largo alcance.

Partiendo de una sociedad que alardeaba de formar parte de la evolución tecnológica en primera persona – introducción de internet, los teléfonos móviles o las aplicaciones como Messenger –, esta historia crea una metáfora sobre el paso acelerado del tiempo, y cómo nosotros nos adaptamos a este, mientras aquello que dejamos en el pasado sigue persiguiéndonos.

En primer lugar, nos encontramos con un amplio retrato del miedo y la culpa como las dos principales emociones que experimentarán todos los personajes del libro: miedo a perder lo que es importante para ellos, a sentirse amenazados y vulnerables, a remover el pasado. Miedo a la muerte. Y culpa por no poder controlar las situaciones en que se verán envueltos y por mancharse las manos con el dolor ajeno.

Por otra parte, las relaciones personales y el amor también tienen una presencia dominante en esta historia, desde un enfoque maduro y reflexivo, en el que los protagonistas experimentan una fase del romanticismo ligada a las dificultades personales. La búsqueda de un compañero o compañera que pueda comprender nuestra situación personal a todos los niveles, y querernos desinteresadamente.

Un estilo sarcástico en forma de thriller

El último libro de la Vecina Rubia se presenta como un relato escrito en primera persona por la protagonista, alternada con capítulos con un narrador omnisciente que nos cuenta el punto de vista de los inspectores de la Policía Judicial. Con estas dos voces, la autora nos acerca a tres perfiles psicológicos complejos que se desarrollarán en una doble vertiente – profesional y personal – hasta que colisionen de forma inevitable.

Con una narrativa sarcástica y cercana, la Vecina Rubia ha mantenido su estilo a pesar del cambio de género, aportando su grano de arena a la maleabilidad literaria que puede ofrecer la novela negra.

Lo hace, sobre todo, convirtiendo al lector en partícipe del contexto y el sufrimiento de cada uno de sus personajes, llegado a empatizar con sus razones, pero obligándoles a cambiar de opinión sobre ellos constantemente. Porque, tal y como dice la autora, “las historias no son dueñas de uno mismo, sino de todos aquellos quienes las leen”.

En definitiva, Mi querida Lucía nos ofrece una historia con una trama sólida que juega con las expectativas del lector tejiendo giros inesperados y manteniéndonos, hasta las últimas páginas, con el corazón encogido y una pregunta sobre la mesa: ¿podría Lucía haber evitado esas muertes?

Tendrás que leerlo para descubrirlo. ;)